Esta es una de las características de los mejores parkings: la vigilancia que proporciona el personal especializado contratado para ello. Los conductores se verán libres de la preocupación que supone el que su coche (nuevo o antiguo) sufra desperfectos en aparcamientos exteriores desatendidos. En la calle, los coches pueden no solo sufrir las acciones de ladrones, sino también de vándalos que se dedican a romper faros, espejos retrovisores, parabrisas, ruedas...
Un parking privado no solo facilita vigilancia para poner a salvo los vehículos de los conductores, sino que ofrece un ambiente apropiado donde podrán guardarse los coches, motos, etc. Es la mejor manera de prevenir robos y de asegurar el buen estado de la chapa. Dejar el coche a merced de los fenómenos meteorológicos a lo largo de mucho tiempo, puede resultar perjudicial para la chapa.
Los revestimientos de la carrocería, y la propia carrocería, se resientes en ambientes no adecuados, con bruscos cambios de temperatura o humedad continua en el ambiente, especialmente si se trata de zonas costeras. Los parkings evitan el deterioro prematuro de los vehículos, pero presentan además otras muchas ventajas: suponen también un ahorro de gasolina o gasoil al no tener los conductores que buscar aparcamiento, una tarea que en la calle hace perder inútilmente tiempo y combustible, en particular en zonas con gran afluencia de tráfico. Contacte con responsables de aparcamientos que le proporcionarán toda la información que necesite.
