Evitar los robos de los coches es una de las razones para dejar el coche perfectamente protegido en un garaje subterráneo, pero también para evitar que los gamberros hagan de las suyas y destrocen pilotos, limpiaparabrisas, rompan cristales...
Sea para los propios residentes de la zona, como para todos aquellos visitantes que se deciden por acercarse a la Gran Vía, es importante además no perder el tiempo dando vueltas de aquí a allá, vueltas que harán perder combustible y tiempo. En algunos casos, ciertos conductores impacientes o que tienen prisa por causas de fuerza mayor, se ven en la obligación de estacionar en zonas prohibidas, con lo que se expondrán a sanciones.
Tanto si se acude para realizar compras, como para acudir a eventos culturales, o si se vive en las inmediaciones y se precisa una protección efectiva y real para el automóvil, hay que conseguir una plaza de parking a la altura de las expectativas. En estos lugares, aparte de los vigilantes especializados que se ocupan del control de cámaras de circuito cerrado, se dispone de personal de mantenimiento para que no fallen luces, señalizaciones con pintura, carteles y todo tipo de complementos para hacer más fácil el acceso y la permanencia a los conductores y sus acompañantes. Cuando lo desee, pregunte a los encargados de estos espacios sobre tarifas, horarios y servicios especiales para todo tipo de vehículos.
