Los parkings de categoría deben poseer unas buenas instalaciones, en las que la ventilación resulte perfecta y también la iluminación. Los peatones que caminen a través de los parkings subterráneos, habrán de encontrar en cada momento las señalizaciones más claras para hallar salidas, aseos, vías de escape... y por supuesto la propia plaza de garaje. Esta permitirá al conductor evitar muchos problemas. Entre otros, los robos de vehículos, que se hallan entre las incidencias más habituales a que tienen que enfrentarse los conductores. Cuando se aparca en el exterior, el robo del vehículo o el hurto de objetos que haya en su interior, es perfectamente posible. Por otro lado, también son posibles las multas, sobre todo cuando el conductor se desespera y se decide (tras pasar demasiado tiempo en busca de hueco en la calle) dejar el coche estacionado en zonas que pueden originarle una sanción.
También es importante tener en cuenta el ahorro de combustible al decidirse por un parking privado... ya que, de no poseer plaza fija, el conductor se vería obligado a estar dando vueltas hasta hallar un hueco en la calle. Además de todo ello, la carrocería del vehículo se hallará a salvo de cualquier factor meteorológico negativo, así como el motor de posibles lluvias torrenciales.
