Por un lado, siempre es conveniente una vigilancia tradicional, en la cual los coches estacionados en el parking sean visionados cada cierto tiempo por los vigilantes. Estos revisarán por zonas, y por períodos de tiempo determinados, las zonas de aparcamiento. Por otra parte será fundamental una cobertura a través de monitores de circuitos cerrados de TV, circuitos mediante los que podrán detectarse movimientos sospechosos en cualquier zona de los aparcamientos.
En Madrid y cerca del aeropuerto, los conductores han de encontrar una fácil manera de aparcar, un modo que no les complique la vida y que conserve en buen estado su vehículo. Librarse de las largas manos de los cacos es una de las razones primordiales para optar por un aparcamiento privado, pero también existen otros muchos motivos, como el factor tiempo. Para las personas que se desplazan en coche a aeropuertos u otros nudos de comunicación, el tiempo es fundamental. A veces se llega con los minutos justos y la necesidad de aparcar es imperiosa, por lo que se cae en el error de aparcar en zonas prohibidas. Este es uno de los hechos que suceden con más frecuencia; los conductores, al creer que no van a encontrar aparcamiento exterior, optan por el estacionamiento en zonas alejadas, en zonas prohibidas, en calles solitarias o conflictivas.
